martes, 30 de noviembre de 2010

Descubren Oxígeno y Dióxido de Carbono en la atmósfera de una luna de Saturno.

La sonda Cassini ha detectado oxígeno y dióxido de carbono en Rhea, la luna helada de Saturno, aunque no suficiente como para que se den las condiciones de vida humana, ha informado la agencia espacial estadounidense NASA.
Esta es la primera vez que un orbitador capta directamente con sus instrumentos moléculas de oxígeno en la atmósfera, aunque los científicos han precisado que es muy delgada y la densidad de oxígeno es 5 billones inferior a la de nuestro planeta.
No obstante, la formación de oxígeno y dióxido de carbono podría mostrar una compleja unidad química de las superficies de otros cuerpos helados en el Universo.
"Los nuevos resultados sugieren que procesos químicos más complejos que incluyen oxígeno pueden ser bastante comunes en todo el sistema solar e incluso nuestro universo", dijo Ben Teolis, un científico del equipo de la Cassini con base en el Southwest Research Institute en San Antonio.
"Esta química podría ser un prerrequisito para la vida", señaló Teolis, quien precisó que de momento todos los datos de Cassini indican que Rhea es demasiado fría y no tiene el agua líquida necesaria para la vida tal como la conocemos.
"Rhea está resultando ser mucho más interesante de lo que habíamos imaginado", dijo Linda Spilker, científico del proyecto Cassini del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL), en Pasadena, California.

La tenue atmósfera con oxígeno y dióxido de carbono hace que Rhea, la segunda luna más grande de Saturno, sea única en el sistema de este planeta. Titán, otra de sus lunas, tiene una densa atmósfera de nitrógeno y metano, pero muy poco dióxido de carbono y oxígeno.
"El hallazgo de Cassini pone de relieve la rica diversidad de las lunas de Saturno, y nos da pistas sobre cómo se formaron y evolucionaron ", señaló.
Los científicos habían sospechado Rhea podría tener una fina atmósfera con oxígeno y dióxido de carbono, basado en observaciones a distancia de las lunas heladas de Júpiter por la sonda Galileo de la NASA y el Telescopio Espacial Hubble.
Otras observaciones de Cassini detectaron oxígeno de partículas heladas de los anillos de Saturno pero hasta ahora no había captado oxígeno y el dióxido de carbono en la exosfera de Rhea, hasta que la NASA acercó la sonda a 101 kilómetros de distancia.

La sonda Cassini, que orbita Saturno, es un proyecto conjunto de que maneja la NASA, de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la italiana (ASI).
Cassini fue lanzada al espacio en octubre de 1997 junto con la sonda Huygens de la ESA. La nave llegó a las inmediaciones de Saturno en 2004 para iniciar el estudio de Titán, la luna mayor del planeta.
Desde entonces los 12 instrumentos de Cassini han estado transmitiendo información del sistema de Saturno durante casi seis años, pese a que se suponía que debía concluir su actividad a finales de 2008.

La NASA decidió este año prolongar su misión hasta 2017, lo que permitirá a los científicos estudiar los cambios climáticos en el planeta y en sus lunas. La sonda robótica también continuará su observación de los anillos de Saturno, así como de la magnetosfera del planeta, además de su estructura interna.


lunes, 29 de noviembre de 2010

Hallazgo Que Podría Conducir a Nuevos Fármacos Contra la Esquizofrenia

En una nueva investigación, se ha descubierto un vínculo entre la psicosis y una relación anómala entre dos sustancias químicas que desempeñan tareas de señalización en el cerebro. El hallazgo abre una nueva perspectiva de terapia para prevenir los síntomas psicóticos, que podría resultar en mejores fármacos para tratar la esquizofrenia.

La esquizofrenia es una de las enfermedades mentales graves más comunes. Los enfermos experimentan síntomas como por ejemplo la incapacidad para distinguir entre la realidad y la imaginación, que se manifiesta a través de ideas delirantes y alucinaciones, entre otras cosas.

La enfermedad tiende a comenzar entre los diecisiete y los veintitantos años de edad aproximadamente, y por regla general persiste durante el resto de la vida del enfermo.
Los neurotransmisores son sustancias químicas presentes en el cerebro y que llevan señales de una neurona a otra. Por investigaciones previas se sabe que existe una relación entre la esquizofrenia y niveles excepcionalmente altos de un neurotransmisor llamado dopamina, en una región del cerebro conocida como el estriado. Los medicamentos empleados actualmente para tratar la esquizofrenia bloquean los efectos de la dopamina en el cerebro. Estos fármacos no son eficaces para todos los pacientes, y además pueden tener efectos secundarios graves.
La nueva investigación ha sido realizada por el equipo del Dr. James Stone, del Departamento de Medicina del Imperial College de Londres, sobre 16 personas con un estado mental en riesgo de desembocar en psicosis, y 12 voluntarios sanos.

Los resultados aportan evidencias de que esos altos niveles de dopamina en las personas con síntomas psicóticos surgen como consecuencia de cambios asociados a otra sustancia química común en el cerebro, el glutamato. Las células que segregan glutamato en una región del cerebro llamada hipocampo, establecen una conexión con el estriado e influyen sobre la actividad de las células secretoras de dopamina. Por lo tanto, los fármacos que obstruyan las señales de glutamato en el cerebro podrían ser capaces de bloquear los síntomas psicóticos en las personas con esquizofrenia.

El próximo paso será ver si estos resultados se confirman en un grupo más grande de personas. Ya se sabe de varios fármacos que interfieren en la señalización del glutamato y que son candidatos prometedores para esa nueva clase de terapias. Por tanto, si todo sale bien, dentro de algunos años podría ser posible empezar a evaluar nuevos tratamientos farmacológicos para las personas con esquizofrenia.